Vitalik Buterin, cofundador de la plataforma Ethereum, anunció en su cuenta de Twitter que se ha completado “la fusión”. Se trata de la mayor actualización en la historia de las criptomonedas que permitirá realizar cripto transacciones más ecológicas.
Ethereum es la plataforma de Blockchain en la que se registra la propiedad de Ether, la segunda criptomoneda más importante del mundo por detrás de Bitcoin. Pero también es la favorita para alojar otros activos digitales como los tokens no fungibles, mejor conocidos como NFTs.
La “fusión” se trata esencialmente de una transición en su modelo operativo del protocolo PoW (Proof-of-Work o Prueba de Trabajo), al protocolo PoS (Proof-of-Stake o prueba de participación).
La gran diferencia entre ambos sistemas de codificación de criptomonedas es que PoS elimina por completo la llamada minería como método para crear nuevos tokens de Ether.
La minería es una de las grandes debilidades del ecosistema cripto que ha generado críticas tanto de inversionistas como de ambientalistas, debido a que es bastante ineficiente desde el punto de vista energético.
El sistema PoW funciona a través de la minería, que podemos resumir como un montón de computadoras (mineros) compitiendo entre ellas para resolver códigos criptográficos al mismo tiempo y que solamente una puede ganar para recibir como recompensa nuevas monedas por el trabajo que hizo al resolver la operación.
Este proceso requiere de muchos cálculos por parte de esas computadoras y, por supuesto, de mucha energía eléctrica desperdiciada por las otras que no resolvieron el problema a tiempo.
En cambio, con el método de “prueba de participación” o PoS, los mineros serán reemplazados por los llamados validadores, que deben apostar ciertas cantidades de sus propios tokens como garantía para verificar nuevos registros en la cadena de bloques y de esta forma obtener nuevos tokens, además de las criptomonedas apostadas.
De acuerdo con la Fundación Ethereum, este cambio en el sistema de minado permitirá reducir el consumo de energía de la cadena de bloques de Ethereum en un 99.9 por ciento, pasando de 112 teravatios hora por año a 0.01 teravatios hora por año.
Otro de los grandes cambios es que ya no se necesitarán potentes tarjetas gráficas (GPU) para minar criptomonedas, lo que dará como resultado un alivio en la demanda de estos componentes y una reducción en los precios aumentando el mercado de ventas de segunda mano.